Sunday, October 16, 2011

La fuente de la Noble Habana


Un regalo del Conde de Villanueva a su ciudad, La Habana, es la fuente de la Noble Habana, o fuente de La India. Fotos de la Noble Habana en el presente y hace unos cien años en las Tarjetas Postales y de los artículos, que muchos de ellos se pueden ser considerados educativos y también ya históricos dada la época en que fueron editados, en el libro “Así es Cuba” presentado en la sección de “Cosas de mi Tierra” en Guije.com, Cuba y la Fuente de la India. Un mudo testigo de todo esto es sin duda la Fuente de la India o de la Noble Habana hoy relegada en el olvido por todos o casi todos los cubanos ya que incluso le han arrebatado al lugar donde se encuentra el nombre clásico de Parque de la India que antes tenía ya que ha absorbido, no sin cierta razón de ser el Parque de la Fraternidad, donde ocupa lugar preferente el Arbol de la Fraternidad alimentado con tierra de todos los pueblos de las tres Américas.


Formando coro con ella y con ella simbolizando a Cuba y a su Capital La Habana hay una rotonda de palmas reales que con el viento le cantan a la bella India la canción eterna que tan sólo interpretar saben los céfiros y las brisas tropicales y cimbreándose con la elegancia que ellas saben, hasta ahora la han defendido cuando rebrama el huracán y sus ráfagas aciclonadas siembran de espanto las cortas horas en que dura su reinado... Después pasado la tormenta cuando de nuevo renace la calma el habanero puede captar, con cierta satisfacción muy íntima, cómo sonríe la India de la Fuente que lleva su nombre esforzándose en representar a la noble Ciudad de La Habana.


Hoy esta filigrana, obra del escultor italiano Giosseppe Gaggini, modelada en Carrara allá por el año 1836 parece sobrecogerse ante la mole inmensa que sobre ella gravita desde el Capitolio Nacional majestuoso e imponente, así como ante las torres de la Central de Teléfonos y los mil y mil rascacielos que van dando a La Habana el empaque de ciudad de primer orden. Pero la obra que se debe a la iniciativa del Conde de Villanueva don Claudio Martínez de Pinillos sigue modesta y humilde pero constante y digna en su puesto que nadie se atreve a robar.

Thursday, February 3, 2011

La Habana y sus Fortalezas


La Habana no es una ciudad de casualidad ni de comodidad. No es una ciudad que lo mismo puede existir que desaparecer, o que puede ser trasladada, o que puede permanecer estable por mucho tiempo. Al menos eso era muy cierto durante la era colonial de las Américas. No, La Habana tenía que existir, en el lugar que se encuentra y siempre progresando, con buena suerte un paso adelante de sus tiempos. Así fue por poco menos de cuatrocientos años.

El Morro de La Habana

Durante la era colonial del Nuevo Mundo, en la Ciudad de La Habana se construyeron fortalezas como en ninguna otra ciudad en las Américas. La razón fue sencilla, La Habana era sumamente importante para el tráfico marítimo entre las Américas y Europa. Quien fuera dueño de La Habana, era dueño del Estrecho de la Florida; el paso más seguro al Atlántico desde el Golfo de México y el Caribe. España no podía darse el lujo de perder el Estrecho, ni el refugio que le ofrecía la Bahía de La Habana, tanto contra piratas como huracanes. Pero la ciudad era codiciada por todos. Muchos trataron, y algunos lo lograron, apoderarse de ella. Lo cual, después de pagar su valor en oro varias veces, obligaba a España a proteger con más celo su propiedad imprescindible. Inicialmente se hizo una fortaleza y no logró su propósito. Entonces se volvió a hacer, mucho más sólida, el muy conocido Castillo de la Real Fuerza, además de otras dos fortalezas para proteger la entrada a la bahía, la Fortaleza de la Punta y Tres Reyes Magos del Morro, pasando La Habana a ser la ciudad de los tres castillos como su escudo lo indica. Son estas tres fortalezas de La Habana las que tratamos en esta breve nota.

Castillo de la Real Fuerza

Después se edificaron varias fortalezas menores en La Habana y sus cercanías: Torreón de Cojímar, Torreón de San Lázaro y Torreón de la Chorrera. Se hicieron otras edificaciones aun mayores adicionales: Castillo de Atarés y Castillo de El Príncipe. La ciudad se cercó con una Muralla, restos de la cual aun existen en algunas partes. Y se construyó el castillo más grande del Nuevo Mundo, la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.

En 1519 la villa de San Cristóbal de La Habana ya se encontraba en la localidad presente. No tomaron dos décadas, en 1538, antes que la entonces villa fuera saqueada e incendiada por piratas franceses. Una par de años más tarde se terminaba una fortaleza a la que se le llamó La Fuerza de La Habana*. Pero aquel fuerte tampoco sobrevivió mucho tiempo y en 1555 el corsario francés Jacques de Sores tomó y ocupó la villa. Alguna gran importancia le vio el rey de España a La Habana, porque en aquel entonces no producía nada y aun así insistió en defenderla. Tan pronto de Sores decidió irse, el rey encomendó al gobernador de la isla a reconstruir La Fuerza. Pero aquello era más fácil decir que hacer y entonces en 1558 se comenzó a edificar una nueva fortaleza, el Castillo de la Real Fuerza, que aun existe.Por órdenes del rey se financió la nueva construcción con divisas “situadas” por el Virreinato de Nueva España, hoy México y países vecinos. Se empleó la mano de obra de esclavos africanos, los cuales eran rentados de sus dueños para ser usados en la construcción y otros fueron traídos desde Cartagena. También se obligaron a trabajar allí a todos los “vagabundos” de La Habana que no eran blancos y también a algunos prisioneros de guerra. Algunos indios de Guanabacoa prestaron sus servicios pero como voluntarios pagados. La obra comenzó a cargo de Bartolomé Sánchez y terminó bajo la dirección de Francisco de Calona.

Fortaleza de la Punta

En la parte más expuesta al mar de la entrada a la Bahía de La Habana se alza una fortaleza de considerable dimensiones. Ese castillo es El Morro de La Habana. Masivo, silente, es hoy sólo un testimonio a los incesantes ataques de piratas y filibusteros que la ciudad de La Habana, en realidad toda la isla de Cuba, sufrió durante la era colonial. Se le llama el Morro por ser el punto más avanzado de tierra hacia el mar. Esa es la palabra o término que se empleaba para describir el punto más saliente o adelantado en la entrada de las bahías; el hocico. Es en esa sección de la Bahía de La Habana, en su costa oriental, donde aun se encuentra esta fortaleza.

Fue El Morro el objetivo primordial cuando los ingleses tomaron La Habana en 1762. Pero no lo pudieron capturar por el mar, realmente desde un principio los ingleses diseñaron la estrategia de atacarlo por tierra y así lo hicieron. En total una escuadra de más de catorce mil marinos comandados por el almirante Sir George Pocock y un ejército de más de doce mil hombres, bajo la dirección de Sir George Keppel, Conde de Albemarle, tomaron parte en este ataque. La mayor parte del contingente desembarcó al oriente de Cojímar, trasladándose por tierra hacia la colina de La Cabaña. En aquellos tiempos La Cabaña, que se encuentra en la misma orilla de la Bahía de La Habana que El Morro y no muy lejos de éste, se encontraba despoblada y desde el punto de vista militar dominaba a El Morro, por ser más alta, y a la ciudad de La Habana a través del Canal de la Bahía. Lo que traían en armamento los ingleses, como decimos los cubanos, no era de amigos. Una vez tomada La Cabaña comenzaron a descargar sobre El Morro mientras los buques ingleses mantenían el flanco marino en puro tormento. Así y todo pasaron días y no podían expugnar las murallas de El Morro. Les tomó explotar una mina, o bomba, de considerable magnitud, plantada próxima a una de las paredes. Fue entonces, el 30 de julio de 1762, cuando el formidable castillo de los Tres Reyes Magos del Morro logró ser tomado por los ingleses.

La Cabaña

La Muralla de La Habana ya era un concepto en 1603. Otra medida de protección fue hacer un inmenso foso alrededor de La Habana y de esta forma aislarla por completo. Se optó por la muralla la cual se comenzó a construir durante el gobierno de Francisco Rodríguez de Ledesma (algunos historiadores sitúan la fecha exacta siendo el 3 de enero de 1671, otros fijan el evento en febrero del 1674). La monumental obra se logró terminar casi un siglo más tarde; siendo dada por terminada la sección que daba a tierra en 1698 pero no completándose la parte que daba a la bahía hasta 1740. Se comenzó a desmantelar en 1863. La construcción consistía de una muralla con sus apropiados fosos, garitas y bastiones. Su extensión era de unos 4892 metros. Contaba con un pequeño ejército de tres mil cuatrocientos a seis mil soldados y una artillería de ciento ochenta cañones.

La Muralla de La Habana


Friday, January 28, 2011

Algunos Monumentos a José Martí en La Habana

Selección de algunos de los monumentos dedicapos a José Martí, Apóstol de Cuba, en la Ciudad de La Habana. Por supuesto, en su día natalicio, 28 de enero que es hoy, comenzamos con la Casa Natal del Apóstol. Fue en la casa donde residía el matrimonio Martí y Pérez junto con un primo de don Mariano, Nº 41 de la calle Paula, donde nació José Martí. Esta casa se encuentra cerca de la Terminal de Trenes actual y en los tiempos del nacimiento de José Martí de la Muralla de La Habana llegando a su extremo dentro de la Bahía de La Habana. Durante los años de infancia de José Julián la familia Martí y Pérez se mudó a otra casa en La Habana. Viajaron a Valencia, España, y de nuevo regresaron a Cuba. De vuelta en La Habana se mudaron varias veces, también vivieron en Marianao y Guanabacoa quedándose José Martí en casa de su maestro y mentor Rafael María de Mendive para poder continuar sus estudios. El matrimonio y algunas de las hijas eventualmente se trasladaron a Ciudad México, pero nunca llegaron a residir en una casa que se pueda considerar por largo plazo.


Octubre de 1869 - Un grupo de voluntarios registran la casa de Fermín Valdés Domínguez y encuentran una carta firmada por Martí y Valdés Domínguez dirigida a Carlos de Castro y de Castro, un condiscípulo de ellos, donde le criticaban por enlistarse en el ejército español. (ver al final Luis Rodríguez-Embil)


Después del fracaso de la Fernandina, José Martí envía la “Orden de Levantamiento” a Cuba y el 24 de febrero, en menos de un mes de recibida por Juan Gualberto Gómez en Cuba, se da el “Grito de Baire”, comenzando de la “Guerra de Independencia de Cuba”.


19 de mayo de 1895 - En una pequeña sabana entre los ríos Cauto y Contramaestre conocida por Dos Ríos, en combate sobre su corcel y “de cara al sol”, Martí recibe en el pecho y la cara la descarga de una columna española. El cuerpo del Apóstol cae mortalmente herido en la tierra por la cual vivió.


Siete años y un día más tarde, el 20 de Mayo, con el merecido grado de Generalísimo, Máximo Gómez iza la bandera cubana sobre el Palacio de los Gobernadores en La Habana, y la posteridad eleva el nombre de José Martí a la Inmortalidad.


Del registro en la casa de Fermín Valdés Domínguez por Luis Rodríguez-Embil en “José Martí, el santo de América” de la Imprenta P. Fernández y Cia, 1941, páginas 27-28 nos presenta los detalles:

...“La familia se ha trasladado a Guanabacoa, donde ejerce ahora Don Mariano, ceñudo y fiero, el cargo de Celador del barrio de la Cruz. Queda la casa de los esposos guatemaltecos Valdés Domínguez, padres de Fermín, y que han cobrado afecto al amable y cortésmente cordial amigo de su hijo. A casa de Valdés Domínguez asiste, pues, Martí todas las noches. Juntos él, Fermín y el hermano del segundo, Eusebio, ya recibido de Abogado, toman clases cotidianas de francés con un galo auténtico, de apellido Fortier. Mas Don Mariano, que acaso considera una pérdida de tiempo tal estudio, halla para Pepe una ocupación seria. Es en el despacho de Don Cristóbal Madan. El hijo gana "cuatro onzas y media, que entrega a su padre". La duración del trabajo sería hoy con harta razón juzgaba inaudita y contra toda higiene, señaladamente para un jovencito como Pepe: "de seis de la mañana a ocho de la noche..."

“Martí no protesta. Tiene la intuición neta ya de que también la vida para él es, ha de ser, como más tarde escribió de la patria, "agonía y deber". Se somete sin queja ni alarde, como era su naturaleza someterse a lo que creía su obligación. Fermín le acompaña de tarde, después del almuerzo, hasta la puerta del escritorio donde Martí trabaja. Y una tarde, al regreso a su casa, tras de dejar a Pepe en su trabajo, se entera Fermín de lo ocurrido en su ausencia y en la de Martí, unos momentos antes:

“Su hermano Eusebio, quien, en compañía del Profesor de francés Don Atanasio Fortier y de su amigo Sellén, aguardaban la llegada del propio Fermín para comenzar la clase de aquel día, asomados a una de las ventanas de la calle, habían entablado un diálogo risueño con una graciosa vecina de enfrente que también se asomara a la ventana, a tiempo de pasar de retirada un pelotón de voluntarios al compás de la música de su charanga, para disolverse en el "Campo de Marte". Los voluntarios, arrogantes dominadores de la ciudad inerme, habían, al paso, escuchado las risas de los que de una a otra ventana dialogaban. Y el violento complejo de inferioridad de aquellos hombres que jamás salían a combatir, y que se traducía en su arrogancia misma, sintióse ofendido por las risas, pues temía y columbraba un ultraje en toda manifestación que no fuese de admiración rendida.

“Tal escucha Fermín al regresar de dejar en su trabajo a Pepe. Y, apenas lo escuchara, cuando un tropel de voluntarios invade el domicilio de los Valdés Domínguez, y se lleva al propio Fermín detenido. Le siguen a la prisión, la noche misma, el maestro de francés y Sellén. Los propios voluntarios efectúan un registro en la casa. Martí ignoraba todavía lo ocurrido. Mas, en el registro efectuado, he aquí que fue hallada, entre los papeles de Fermín, una breve misiva, dirigida a Carlos de Castro y Castro y que la carta llevaba, no una, sino dos firmas: la de José Martí y la de Fermín Valdés Domínguez"...

"De los hechos en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895 por Rafael Lubian y Arias en “Martí en los Campos de Cuba Libre” publicado en 1953 en Homenaje de la “Cervecería Polar” al Apóstol José Martí en el Primer Centenario de su Natalicio:

..."El 19 temprano, el Coronel Sandoval, por los informes que ha logrado recoger, sabe que hay partidas de insurrectos por los alrededores y que en la dirección de "La Vuelta Grande" había algún núcleo de importancia. No comunica su proyecto de salir a combatir esas partidas y emprende su marcha con mucho sigilo por la orilla izquierda del Contramaestre. Al llegar a Limones vadea el río y sigue la marcha por el camino de Remanganaguas a "Dos Ríos", o sea, por la orilla derecha del Contramaestre. A poco andar, la vanguardia da el alto a un campesino que trata de huir, pero es alcanzado.

"Traído a presencia del Jefe de la Columna, el Guajiro cantó de plano todo lo que sabía, aun cuando ya había hecho desaparecer el papel que llevaba. Este individuo era el isleño Carlos Chacón, de la finca "La Vuelta Grande", donde estaban acampados Martí y Gómez, etc. Chacón confesó el lugar donde estaban los cubanos, y también que un señor a quien todos respetaban, llamado Martí, le había entregado cuatro monedas de oro y otras de plata para que le trajera ropas y víveres de acuerdo con una lista que le había dado éste de su puño y letra. En vista de ello Chacón fue obligado a servir de guía o práctico a la columna española. Sigue Sandoval su marcha y al llegar a "Dos Ríos", precisamente al lugar llamado "La Jatía", hace alto, seguramente por tener noticias de la proximidad del campamento cubano. Probablemente por la familia del prefecto Rosalío Pacheco se entera Sandoval que suman más de trescientos los hombres que hay en "La Vuelta Grande" y decide tomar posiciones estratégicas y esperar. Coloca una avanzada como de cuarenta hombres cerca de la barranca del río por donde supone ha de venir el enemigo. Despliega una compañía en línea de combate, apoyando su flanco en el monte distante del río Contramaestre como 400 metros. También cerca del río aposta una sección, y con el grueso de las fuerzas de infantería y caballería a sus órdenes, espera el momento para lanzarlas donde menester fuere.

"En el campamento cubano hay tranquilidad y se disponen a descansar cuando se oyen tiros en dirección del camino de "Dos Ríos". Parece que estos disparos fueron hechos a una patrulla cubana de caballería, por la avanzada española. Se da el aviso de enemigo a la vista. Habían transcurrido escasamente dos horas de la llegada de Máximo Gómez al campamento cuando sonaron los disparos. El General ordenó "¡a caballo!", y dijo al General Masó: "siga con toda la gente detrás de mí". Pensaba el General Gómez poder llegar a los campos de "Dos Ríos", que es un lugar bueno para maniobrar la caballería, lo que no logró por estar ya el enemigo posesionado de sus entradas. La gente demostró un gran entusiasmo, lo que hizo pensar al General Gómez en otro "Palo Seco", según dice en su diario de operaciones. Ataca el General con gran ímpetu la avanzada enemiga arrollándola. Entonces el General ordena a Martí "retirarse hacia atrás que aquél no era su puesto". Las tropas españolas están desplegadas en línea de combate y resisten la acometida de los cubanos, no sin sufrir muchas bajas. Se generaliza el combate y Máximo Gómez no sabe ya de Martí, el que ha quedado atrás. Parece que Martí, ante la ruda lucha que estaba presenciando, y de los ineficaces ataques contra las líneas enemigas, se lanzó hacia el enemigo, diciéndole al Ayudante del General Masó, Angel de la Guardia: "vamos a la carga, joven", emprendiendo loca carrera con su revólver desenfundado, seguido por Angel de la Guardia. Parece que con este gesto, intentó en un arranque de valor provocar una reacción favorable de las armas cubanas.

"Corría el caballo de Martí, sin saber este a donde iba, guiado solamente por el sonido de los disparos, y en su loca carrera, atravesaron el río Contramaestre, subieron la cuesta del camino, doblaron un recodo que hay en este, y al salir a la recta que desemboca en "La Jatía", cayeron en la zona de fuego de los fusiles enemigos. La cerca que servía de parapeto a los españoles, tenía una portada sobre el camino, y por ella cruzaron Martí y su Ayudante, avanzando hacia el enemigo. Los españoles abrieron intenso fuego sobre ellos, pero Martí siguió avanzando con un valor temerario, hasta caer, mortalmente herido, "de cara al sol", como el pedía en sus conocidos versos, más allá de la línea enemiga, a unos veinte metros de la margen derecha del río Contramaestre, entre un fustete y un dagame. Su Ayudante, Angel de la Guardia, logró escapar ileso después de haber caído herido su caballo. El caballo que montaba Martí volvió a las líneas cubanas, siendo recogido por el corneta José Gutiérrez. La sección que mandaba Sánchez de León fue la que hizo las descargas que produjeron la muerte de Martí"...


Sunday, December 26, 2010

Otras Fotos del Zoológico de La Habana

Intersección de la Avenida 26 y Zoológico.

Otras fotos del Jardín Zoológico de La Habana complementadas con información de los animales que tenemos en El Zoológico Electrónico, de las aves, los mamíferos y los reptiles.

Oriente en la Isla de Cuba
en el estanque de los Cocodrilos

La Isla de Cuba en el centro del estanque de los cocodrilos. De las veintitres especies en el orden de los cocodrilos, caimanes y gaviales, en Cuba ocurren dos tipos de cocodrilos en su estado natural: El Cocodrilo Americano y el Cocodrilo Cubano. El Cocodrilo Americano (Crocodylus acutus) es natural de las Américas. Este reptil habita en agua dulce, salobre y salada. Su distribución comprende el sur del Golfo de México, las Antillas Mayores, excepto Puerto Rico, y las costas de América Central y América del Sur en el Caribe hasta Venezuela. En el Pacífico habita en la costa de América Central y el norte de América del Sur hasta Tumbes. En los Estados Unidos sólo lo encontramos al extremo sur de la Florida, hasta Vero Beach en el Atlántico y Tampa en el Golfo.

Cabo de San Antonio, Pinar del Río
en el estanque de los Cocodrilos

Mientras que el Cocodrilo Cubano (Crocodylus rhombifer) es endémico de la isla de Cuba e Isla de Pinos. Su ubicación se limita a la región sur de Cuba, en la Ciénaga de Zapata. Ha sido introducido en Isla de Pinos donde se está tratando de establecer.

El Chinmpancé a la reja

El Chimpancé (Pan troglodytes) es natural del continente africano. Su distribución comprende África ecuatorial desde Guinea hasta Tanzania. El Chimpancé pasa gran parte del tiempo en el suelo, aunque es posible que trepe en los árboles. Según cae la tarde los chimpancés se preparan para ir a dormir. Al igual que los otros grandes simios, construyen un “nido” o cama de hojas y ramas. Es posible que varios individuos trabajen juntos para hacer un nido común. Estos nidos también son construidos durante el día y empleados para descansar. Las hembras usualmente sólo tienen un sólo hijo en cada embarazo. Al igual que nosotros, los seres humanos, es posible que tengan dos, pero la naturaleza es cruel y normalmente sólo se salva uno. El período de gestación toma unos 230 días. Cuando nacen, los pequeños pesan alrededor de 1.8 kg. Las hembras adultas normalmente tienen un hijo cada cinco o seis años. Las hembras logran la madurez a los 8 años, los machos a los 10 años. La alimentación del chimpancé consiste de frutas, siendo complementada con brotes vegetales y hojas. También come hormigas y otros invertebrados, huevos de aves y miel. Caza y se come a los monos, otros primates inferiores y pequeños mamíferos.

Una Gata
El Gato Doméstico (Felis catus), o simplemente Gato, proviene de algún gato salvaje. ¿Cuál? en realidad no se sabe. Los científicos miran hacia el Gato Salvaje Africano, siendo influenciado más tarde por el Gato Silvestre como posible antepasado. También se estima que el Gato Selvático y el Gato de Pallas hayan sido incorporados en el cruce. Lo cierto es que el Gato Doméstico demuestra peculiaridades diferentes a todos los gatos salvajes que existen. Las hembras tienen de uno a diez gaticos, usualmente cuatro o cinco. El período de gestación es de 63 días. Nacen con los ojos cerrados; los abren de los dos a dieciséis días de nacidos. Se valen por sí mismos a los seis meses y alcanzan la madurez poco después, algunos al año.

Los Flamencos

Los flamencos (Orden Phoenicopteriformes, Familia Phoenicopteridae) se alimentan de organismos muy pequeños que se encuentran en el agua. Los atrapan según filtran el agua con el pico. Lo interesante es que insertan el pico en el agua bajando la cabeza y manteniéndola en la misma postura que cae. Aparentan invertir el pico corvo para obtener su alimento.

El Flamenco Común (Phoenicopterus ruber) que vemos en esta foto es natural de las Américas, sur de Europa, África y Asia. En las Américas su distribución comprende la península de Yucatán, las Bahamas, las Antillas Mayores, la costa del Caribe en Colombia y Venezuela y en las islas Galápagos. Las poblaciones del Caribe están incrementando, esperemos que algún día su distribución logre abarcar hasta el sur de los Estados Unidos, en Carolina del Sur, y la costa del Atlántico de América del Sur, hasta la desembocadura del Amazonas, como una vez fue. En las Américas se le documenta desde el nivel del mar hasta los 200 metros de elevación. Estos flamencos son sedentarios. Habita en las costas marinas, en los estuarios, lagos de agua salobre. Normalmente se mantiene a nivel de mar. Froma bandadas que pueden contar de varias decenas a varios miles.

Sunday, November 28, 2010

Fotos del Jardín Zoológico de La Habana


Algunas fotos del Jardín Zoológico de La Habana que se nos hacen llegar complementadas con información de los animales que tenemos en El Zoológico Electrónico, de las aves, los mamíferos y los reptiles.

Entrando en el Jardín Zoológico de La Habana
esta es la loma a la derecha según se entra.

La jaula de los gibones

Los gibones, o simios menores, tienen un parentesco bien cercano a los seres humanos y grandes simios. Los científicos estiman que provienen de una misma rama en la evolución que radió, o separó, de la de los grandes simios hace unos 22 millones de años. El aspecto físico de los gibones se asemeja mucho al de los monos pero no tiene cola. Gracias a sus largos brazos, estos primates son sumamente ágiles colgando y brincando entre las ramas de los árboles.

Los gibones que había en esta jaula eran de la especie Gibón de Manos Blancas que es natural del Asia. Su distribución se extiende desde Birmania hasta el sur de China y la península Malaya. También habita en la isla de Sumatra. Como los otros gibones, el Gibón de Manos Blancas pasa gran parte del tiempo entre las ramas de los árboles.

Los Osos

Nos parece recordar dos tipos de osos en estos fosos: El Oso Pardo (Ursus arctos) es una de las especies en la familia de los osos. A esta familia se le llama Ursidae y se asigna al Orden Carnivora de los carnívoros. Esta asignación incluye al Oso Pardo en los carnívoros, pero esto es solamente con respecto a su parentesco a otros animales y el nombre que se le ha dado al Orden, no necesariamente a los hábitos de alimentación de este oso que son omnívoros. Ursus arctos es natural de Europa, norte de África y América del Norte. En América del Norte su distribución comprende el oeste del continente desde Alaska hasta el norte de México. Usualmente los adultos se mantienen en un área de acción, los machos por sí solos y las hembras solas o con sus cachorros. Estas áreas de acción pueden tener zonas en común con las áreas de acción de otros osos pardos.

La otra especie de osos, que es la que vemos en la foto asomándose a la puerta pero no quiere salir, es el Oso Negro (Ursus americanus) es una de las especies en la familia de los osos. A esta familia se le llama Ursidae y se asigna al Orden Carnivora de los carnívoros. Esta asignación incluye al Oso Negro en los carnívoros, pero esto es solamente con respecto a su parentesco a otros animales y el nombre que se le ha dado al Orden, no necesariamente a los hábitos de alimentación de este oso que son omnívoros. El Oso Negro demuestra preferencia por los lugares donde hay vegetación. Puede ser vegetación de bosques o vegetación de poca altura pero abundante. Es posible también verlo en lugares donde la vegetación no es lo suficiente alta para proveerle cobertura, como en las sabanas húmedas, aunque usualmente no están lejos del bosque. Al norte de su distribución, en lugares donde no habita el Oso Pardo, se le ve en el descampado. Al Oso Negro se le documenta desde el nivel del mar hasta los 3,000 metros de elevación.

Los Patos

Los patos, junto con la mayoría de sus parientes, pertenecen al grupo de los anátidos. Éstas son aves que han evolucionado a una vida acuática, parcial en algunas especies a casi total en otras. El Ganso Overo se asemeja mucho a los anátidos pero presenta ciertas diferencias que lo sitúan en una familia por si sólo. También en este grupo hay tres aves emparentadas con los patos y el ganso overo que son terrestres; estas aves son los aníminos, que no se parecen mucho a las de los dos grupos anteriores, más bien aparentan ser parientes de los pavos, sin embargo, se estima que su relación no es muy lejana. En realidad, se han encontrado fósiles de otra ave que existió hace muchos años que fundamenta la asociación entre estas tres familias, las cuales, son las integrantes del orden de los Anseriformes.

El Pelícano Pardo

El Pelícano Pardo, conocido en los estudios formales por Pelecanus occidentalis, es una de las aves más interesantes que conocemos. No es un ave rara, al contrario, en muchos embarcaderos y puertos es sumamente común. Este pelícano es bien persistente y aparentemente es su propósito eventualmente ser adoptado por el hombre. A pesar de su gran tamaño, fuerte pico y los abusos cometidos por algunas personas, no sabemos ni siquiera de un solo caso donde un miembro de esta especie haya agredido a una persona.

Los pelícanos pardo que vemos en la foto son de la subespecie Pelecanus occidentalis carolinensis: Esta subespecie se distingue de la del Caribe al ser más grande, en invierno tiene el plumaje más claro y plateado, y en verano tiene menos castaño en el pecho y vientre. De la subespecie de California al ser más pequeño, y en verano tiene la bolsa color verde bien oscuro (el de California la tiene rojiza) y la franja castaña detrás del cuello más clara. Habita en la costa del Atlántico en los Estados Unidos desde Nueva York hasta la Florida. Continúa por el Golfo de México por toda la costa desde la Florida hasta Texas, todo México y América Central, hasta el norte de América del Sur en Colombia y Venezuela. Ha criado en las islas Margaritas, Venezuela, Aruba y Trinidad. Después de la anidación llegan hasta Canadá y Brasil. En la costa del Pacífico se el encuentra desde el sur de México hasta Panamá. Anida (o al menos ha anidado) en el Golfo de Fonseca. Colonias considerables (hay o al menos han habido) en las islas Pearl de Panamá; es común verlo volando sobre el canal en ambas direcciones. En el Caribe es natural de la costa norte de Cuba, se le considera común. En la bahía de Cárdenas hay (o al menos ha habido) una colonia pequeña. Se le ha visto en las otras islas mayores del Caribe y en las Bahamas.

Continuaremos con más fotos del Jardín Zoológico de La Habana ya que tenemos varias fotos más en este grupo. Esperamos que sea pronto...

Saturday, November 27, 2010

Ocho Estudiantes de Medicina Fusilados


Monumento a los Ocho Estudiantes de Medicina

Hoy se conmemora un día de luto en Cuba. El fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina el 27 de noviembre de 1871 en la Ciudad de La Habana. Estas fotos presentan el monumento elevado a estos estudiantes.

De las notas que tenemos en el Calendario Cubano en este trágico día: “Un Día Como Hoy” por Emeterio S. Santovenia:

“El 23 de noviembre de 1871, en horas de la tarde, alumnos del primer año de medicina se reunieron en el anfiteatro anatómico denominado San Dionisio, contiguo al cementerio de Espada, en La Habana, en espera de uno de sus profesores. Algunos de los congregados -Anacleto Bermúdez, Angel Laborde, José de Marcos y Medina y Pascual Rodríguez y Pérez- subieron al carro mortuorio de la Escuela de Medicina y dieron vueltas por la plaza que existía frente al cementerio. Por otra parte, Alonso Alvarez de la Campa, de dieciséis años de edad, tomó una flor del propio camposanto.

“El 25 de noviembre el gobernador político de La Habana, Dionisio López Roberts, visitó el cementerio de Espada, recogió del celador del mismo la falsa versión de que algunos estudiantes habían rayado el cristal del nicho de Gonzalo Castañón -el director de La Voz de Cuba muerto violentamente en Cayo Hueso, a manos del separatismo cubano- y, acompañado de varios voluntarios y agentes de policía, se presentó en la Escuela de Medicina, en busca, según dijo, del "autor de los desmanes cometidos la tarde del 23 en el cementerio". Tras las palabras amenazadoras de López Roberts, fue iniciado el sumario. Cerca de cincuenta alumnos quedaron detenidos. Seis de ellos ingresaron en la cárcel de La Habana bajo absoluta incomunicación. El 26 de noviembre la mendaz imputación hecha a los estudiantes de medicina adquirió los caracteres de verdad inconcusa. Y los voluntarios, vociferantes, por medio de comisiones negociaron con el Segundo Cabo: Romualdo Crespo, el fusilamiento de víctimas propiciatorias. Un consejo de guerra verbal se encargó de juzgar a los acusados. La defensa de éstos fue asumida, por Federico R. de Capdevilla, capitán graduado del Ejército, quien calificó de "triste, lamentable y esencialmente repugnante" el acto que le concedía la honra de comparecer y elevar su voz ante un tribunal reunido "por la fuerza, por la violencia y por el frenesí de un puñado de revoltosos". La sentencia dictada por el consejo de guerra, injusta por cuanto era condenatoria, pero sin pronunciamiento de la pena de muerte, exacerbó a los amotinados voluntarios, que lograron de Crespo la formación de un nuevo tribunal, en el que ellos tuvieron mayoría.

“El 27 de noviembre se reunió el segundo consejo de guerra. El delirio de los voluntarios había creado un ambiente en todo propicio al sacrificio de los acusados. En forma irregular, sin garantías para los enjuiciados, se desarrolló la vista. Lo predominante fue el pugilato establecido en torno al número de los que habían de ser fusilados. A la una de la tarde el consejo de guerra firmó la sentencia, que condenó a ocho a ser pasados por las armas y a treinta y cinco a presidio y reclusión por términos de seis años, cuatro años y seis meses. A las cuatro y veinte minutos de la tarde del 27 de noviembre, de 1871, en la Plaza de la Punta, frente al costado Norte de la cárcel de La Habana, se llevó a cabo el fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina condenados a muerte por la supuesta profanación del sepulcro de Gonzalo Castañón. Los ocho inocentes así inmolados a la furia del integrismo fueron Alonso Alvarez de la Campa, José de Marcos y Medina, Carlos Augusto de la Torre, Eladio González y Toledo, Pascual Rodríguez y Pérez, Anacleto Bermúdez, Angel Laborde y Carlos Verdugo. Estos inocentes fueron víctimas de los excesos desatados en Cuba por la reacción encaminada a contener los avances del separatismo insular.”

Otra vista del
Monumento a los Ocho Estudiantes de Medicina

De las siguientes fuentes de información sólo presentamos algunos párrafos:

“Fue el día 28 de enero de 1909, la fecha en que el doctor Fermín Valdés Domínguez, tan íntimamente ligado a los sucesos del 27 de noviembre de 1871, pudo decir y escribir: "Icé, con mis manos la bandera que, al lado del pedazo de pared de La Punta, dice al mundo que allí está algo de nuestro corazón, que aquella sangre allí derramada hace de aquel lugar, altar donde nuestro amor a la nacionalidad nos tiene siempre de pie y dispuestos a lo que el deber nos mande hacer en honra de ella". Con este hecho quedaba liquidada, definitivamente la lucha nacida al calor de una idea que había encontrado oposición entre los anhelos de los patriotas que deseaban honrar a los Estudiantes Fusilados en 1871 y los intereses materiales que, nacidos según aseguraban, de derechos adquiridos, ponían en un campo de imposibilidad el que se conservara como reliquia permanente el "paño de pared" que hoy presencia, año tras año, el desfile de la juventud cubana, que rinde un homenaje de admiración, de cariño y de respeto a los jóvenes que inmolaron sus vidas y que quedan unidos con este lazo: Inocentes... Cuenta la historia que allá, a mediados del mes de julio del año 1901, el general norteamericano Leonardo Wood, a la sazón Jefe de la Intervención Norteña, había ordenado la demolición del edificio que se encontraba en los terrenos del Castillo de La Punta y que se conocía con el nombre de "Barracones de Ingenieros".”...

Monumento a los Ocho Estudiantes de Medicina
en la Ciudad de La Habana


“Hace años, tantos que por estos días murió el último de los actores de lo que te voy a contar, un grupo de jóvenes estudiantes del primer curso de medicina, niños casi porque entonces se entraba en la Universidad con menos edad de la que hoy se requiere, esperaba al catedrático de disección, es decir, el que les enseñaba a conocer el cuerpo humano prácticamente, estudiándolo en cadáveres. Junto al anfiteatro se encontraba el primitivo cementerio de Espada, de nichos adosados a la pared, cementerio clausurado en 1878 y en cuyo sitio hoy se alzan espléndidos edificios, muchos de ellos construidos en estos días. La espera se hace larga. Uno de los jóvenes trepa al pescante del carro que conduce los cadáveres, otro toma una flor. ¿Qué más pudo ocurrir? Pero en el cementerio hay un celador, perverso y amargado, que no gusta de las risas ni de los juegos de la juventud. ¿De qué chanza de algún joven estudiante quiso vengarse el celador ruin? No se sabe, pero es lo cierto que acusó a los estudiantes de haber rayado el cristal de la tumba de Gonzalo Castañón, el periodista procaz, bien amado de los voluntarios, que se creyó obligado, por defender a España, hasta a insultar a las cubanas. Gonzalo Castañón, a quien diera muerte en Cayo Hueso un cubano, un cubano que no gustaba de que viviera el que insultaba a sus hermanas. Llegó a los voluntarios lo del cristal rayado, y rugieron enardecidos. De nada sirvió que el Capellán del Cementerio declarase a Gobernador de La Habana que las marcas en el cristal de la fosa eran muy antiguas. El Gobernador se personó en la clase del segundo curso, acusando a los alumnos y queriendo llevarlos presos, pero con valor y decisión se opuso a su intento el profesor Bustamante. Y fue López Roberts a buscar entonces culpables al primer curso, y allí encontró a un Dr. Valencia que, cobarde, favoreció sus deseos. Cuarenta y cinco de sus discípulos partieron para la cárcel. Hay silencio en los hogares cubanos. En las tiendas de españoles y en las calles todo es bullicio. Los voluntarios están de parada. Termina ésta, y no se disuelven. Van para la Plaza de Armas a gritar, ebrios de odio y de vino, y a pedir las cabezas de los detenidos. Después, todo ocurre a la carrera. El Primer Consejo de Guerra, formado por jefes y oficiales del ejército, y estando encargado de la defensa de oficio el Capitán Capdevila, quien luchó con denuedo para evitar que la comisión de un crimen manchara su bandera, condenó a prisión a varios de los acusados. Pero la fiera no está satisfecha. Ha pedido vidas, y no se conformará con otra cosa. Y Crespo, el Segundo Cabo, forma otro Consejo de Guerra, integrado en su mayor parte por oficiales de voluntarios. Y cinco jóvenes son condenados a muerte.”...

Saturday, October 16, 2010

Calle 23 en el Vedado


En la Calle 23, Vedado, La Habana

Algunas fotos de La Habana, en específico de la Calle 23 en el Vedado, que se nos han hecho llegar y estimamos adecuado presentar aquí. Las fotos fueron tomadas viajando por la Calle 23 en la dirección hacia el Malecón, aunque este grupo sólo llega hasta la avenida 12. De todas formas, esperamos que sirvan de algún recuerdo para las personas que vivieron en esta zona de la Ciudad de La Habana y ya no vivan allí.

Se ven los carros antiguos en la Calle 23
La Calle 23 corre desde el Puente del Almendares hasta el Malecón. Esta calle se encuentra en la sección de la ciudad de La Habana llamada El Vedado. Si es cierto que la Quinta Avenida era la calle más deseada donde vivir en la metrópoli de La Habana, la Calle 23 era la más deseada donde pasar el día.

Continuando por la Calle 23, Vedado

El Vedado es la zona urbana al extremo noroeste en la Ciudad de La Habana. Es un área bien extensa que de acuerdo a la definición popular se extiende desde el litoral habanero hasta el Cementerio de Colón, el Castillo de El Príncipe y la Universidad de La Habana, llegando hasta la Avenida Menocal (Infanta). Lo cual, de acuerdo a esta definición, cubre al menos parte de los barrios Vedado, Medina y Príncipe.

Otros autos antiguos en la Calle 23, Vedado

Según Cuba pasaba de colonia española a territorio ocupado por los Estados Unidos a república, El Vedado era la zona floreciente de la capital. La arquitectura evolucionó a la moda mundial notándose el drástico cambio en los jardines de las residencias que ahora las rodeaban en vez de ser parte del interior no siendo posible verlos desde las calles, por supuesto ésta fue sólo una de la características entre las tantas más. Pronto la atención se trasladó al otro lado del río Almendares, a Miramar, en el Municipio de Marianao, entonces El Vedado cambió su táctica de crecimiento y en vez de ocupar más terreno decidió ocupar más aire; y en busca del cielo se encaminó, como resultado vemos los edificios más altos de Cuba en esta zona de La Habana.

Edificio y carro antiguo en la Calle 23

Antiguamente, en tiempo de colonia, la zona donde estas fotos fueron tomadas era El Carmelo:

Otros autos antiguos en la Calle 23, Vedado

El Carmelo fue la zona urbana en la Ciudad de La Habana al oeste de lo que es El Vedado, desde Paseo hasta el río Almendares. De acuerdo al Municipio de La Habana esta zona cubre parte de los barrios de Medina y Vedado.

Edificio triangular en la Calle 23, Vedado

El 8 de abril de 1859 fue propuesto el acuerdo por el Ayuntamiento de La Habana, aprobado por el Capitán General el 5 de mayo de ese mismo año, la fundación de una población, llamada El Carmelo, en la zona conocida como La Chorrera. Los límites de esa población eran: el mar, el río Almendares, las estancias de Baeza, El Coronel y la Quinta del Vedado. La solicitud fue presentada por José Domingo Trigo y Juan Espino, de acuerdo con los planos autorizados por el ingeniero Luis Yboleón Bosque. Del total de 105 manzanas repartidas se reservan dos para iglesias, tres para mercados y una para parque.

Nos acercamos a una curva en la Calle 23, Vedado

El Barrio Medina es un barrio del Municipio de La Habana. Este barrio, que para los efectos prácticos la gran mayoría lo consideramos parte del Vedado, corre desde el río Almendares hasta el litoral habanero entre los barrios del Vedado y Príncipe; la Avenida Menocal (Calzada de Infanta) lo separa del barrio San Lázaro. Se comunica con el Municipio de Marianao por el Puente del Almendares de la Calle 23. También en el barrio de Medina se encuentra la entrada al Cementerio de Colón y la Rampa, desde L y 23 hasta El Malecón.

Cambia el rumbo la Calle 23 hacia el norte, Vedado

La sección del Barrio Medina en la Ciudad de La Habana, según los reportes de los censos, aumento su población de forma considerable durante la primera mitad del siglo XX. Fue parte de la zona de moda en la expansión de la Ciudad de La Habana comenzando su auge con la República y prolongándose hasta la década de los 1940 en que el barrio Playa (Miramar), en el Municipio de Marianao, se llevó la atención. Sin embargo, la construcción de los edificios más altos de La Habana, y Cuba, como el Habana Hilton y el Focsa, se hicieron en este barrio y el Vedado, Municipio de La Habana.

Más carros antiguos la Calle 23, Vedado
Se ven muchos de estos carros antiguos en esta calle.

El Barrio de Vedado es uno de los barrios en el Municipio de La Habana, Cuba. Este elegante barrio de admirables residencias de mampostería fue una vez un caserío de unas treinta chozas, en las que descansaban en horas solaz y luego guardaban sus herramientas los peones que trabajaban en las canteras que se explotaron en el siglo XVIII para la construcción de las viviendas y edificios de La Habana. Eventualmente se edificaron algunos barracones para los chinos que venían con destino a labores agrícolas. No existía vecindario estable, ni era, por tanto, un caserío en forma.

Una vista de cerca de uno de los carros antiguos en
la Calle 23, Vedado, La Habana

Comenzaba el Monte Vedado, que así se le llamaba entonces, en el paseo de Isabel II, o sea en donde está el Castillo de La Punta, siguiendo por el litoral marítimo hasta la calzada de Belascoaín, llegando hasta el Almendares o Chorrera. En el fondo, en el llamado Monte de la Gata, estaban las canteras que fueron por mucho tiempo abrigo de piratas y por cuya razón hasta 1820 los vecinos hacían guardia. Hasta ese año existió la cueva del indio Taganama, situada en una altura que al tomar los ingleses La Habana la fortificaron. Cinco caballerías de ese monte fueron entregadas a la familia Seigler y Espinosa en 1836 en compensación de los terrenos que le fueron expropiados al construirse en ellos la Muralla de La Habana.

El otro carro antiguo visto de cerca
la Calle 23, Vedado, La Habana